martes, 27 de julio de 2010

fin del quizás


Vuelvo... después de 57 dias... renovado yo, y renovado este espacio que hasta ahora siempre había sido gris elegante y verde... me he propuesto darle un aire diferente. Porque cuando queremos cambiar algo de nosotros, no solo debemos cambiar la actitud sino también todo aquello que nos rodea y que concierne a esa actitud.

He tardado en regresar porque sabia que cuando lo hiciese lo haría para dar un giro de 180º a mi vida. Cuando pulse el botón de "publicar este texto", publicaré también mi cambio.

Y para cambiar la actitud es necesario también recurrir al fenómeno del éxtasis, revolverse uno en sí mismo hasta encontrar lo que uno busca poniendo en el transcurso todos los órganos del cuerpo al límite, llegando a exagerar incluso si fuese necesario, que lo es.

Así es el éxtasis... viene, engulle, se precipita y se va. Deja el cuerpo como flotando, algo inerte y muy, muy pero que muy agotado...

Éxtasis, como aquel de Santa Teresa esculpido por Bernini o como el de un niño en víspera de los viajes a Oriente cualquier mes de enero de un año también cualquiera.
Como el que produce una ilusión rápida e inesperada, una sorpresa a tiempo, una caricia a conciencia e inesperada, un sonido habitable, muy agradable e inesperado, una ópera o un compás bien medido, que se hace esperar en el oido y que es a la par inesperado... Ese éxtasis derivado de conseguir lo que uno merece cuando menos lo espera, de alcanzar lo que uno desea cuando uno no lo espera, sin ánimo de lucro, incluso en ayunas, un martes y 13 si es necesario y siendo indiferente si llueve o relampaguea.  

Así nacen las cosas más bellas y mueren las más inesperadas... envueltas en una especie de éxtasis. Y no, no es que me repita... es que lo inesperado es lo que marca la pauta del cambio. Es la primera señal...

Un éxtasis produce un cambio, lo genera. Hay un foco que lo produce. Puede tratarse de una injusticia, una nube, un volcán, un tren o una luz a deshora.

El siguiente paso es cortar el flujo de las emociones. Esconderse. Se siente miedo, confusión, alegría, desesperación... todo el cuerpo tiembla contundentemente y de repente se detiene. Sangran las heridas, a borbotones, incluso algunas de las que ya habían cicatrizado, se vuelven a abrir... recuerdos e historias pasadas... vidas vividas... emociones dejadas a medio sentir...

El éxtasis de desaparecer...

Hablo de éxtasis como quien habla de razón, de números o de conciencia. Movido por una irracionalidad que no solo es inevitable sino que a veces también se hace imprescindible... y no solo a veces... sino siempre...

Nunca me vi en esta situación... quizás por eso me lo he tomado con tanta cautela y observación... pensando... 

He cometido errores contigo, pero no me preocupan. No solo porque de ellos he aprendido y mucho, sino porque además todos ellos son subsanables en mayor o menor medida, a más largo o corto plazo.

Me preocupa más la intriga, la duda... éste éxtasis que siento ahora en la boca del estomago... hecho nudo... me preocupa el tiempo que ha pasado... no porque lo sienta perdido, sino por el beneficio que recojo después de la inversión, no solo de tiempo sino también de sentimientos, palabras, intentos, incluso conocimientos...

Porque sigo pensando que el tiempo nunca se pierde... se pierde la ilusión, el miedo, el respeto, el amor, el cariño, la vida... que son acrónimos del tiempo si... ese tiempo que es producto variable de un espacio recorrido a una velocidad determinada... (t=e·v)

Ya no queda nada dentro de ti... ni de ese tiempo, ni de mi, ni de absolutamente nada... solo queda una impresión desacertada de lo que un dia quise ser contigo y no llegué a ser ni por asomo.

Pero aquello ya quedó atrás. Me propongo renovarme. Y renovarte a ti también dentro de este espacio que ocupas en mi... sólo renovandote te haré desaparecer, del mismo modo que renovando este blog he hecho desaparecer el anterior. Renovar es desacartar. Y tu hace tiempo que me renovaste.

Te felicito por ello. Espero que tu me felicites a mi por renovarte. No lo hagas hoy, hazlo dentro de 9 días.

Porque para renovarte escribiré 9 cartas en 9 días... cuando termine de redactar la última, habré dado el paso del éxtasis... y entonces, habrás desaparecido de mi como yo lo hice de ti.

Por eso he diseñado este espacio nuevo... porque sé que se avecinan momentos importantes...

Quiero impresionarte por última vez... ser tu amante durante 9 días, nueve únicos días en los que voy a sentirme tan feliz que lo notarás en cada una de mis palabras. Feliz de haberte visto como te veo, hermosísima vestida de negro y rojo, interesante, divertida y coqueta... Hasta tu vas a ser feliz leyéndolas... te lo voy a demostrar dia a dia... palabra por palabra...

Los 9 días son como los 9 pasos que hay desde donde ahora estoy hasta el olvido... una vez de esos 9 pasos... cruzaré la frontera del olvido.
¿Que por qué 9?. Pues porque 9 son las cosas en las que no estoy de acuerdo contigo. Las irás viendo día a día. Son los 9 pecados capitales, los 9 mandamientos. 

No me negarás que no es original... te merecías algo original...

Es el inicio del fin de una bonita amistad.

Es importante saber que ya no estoy en tu vida. (En realidad nunca estuve). Al igual lo será saber que tu también vas a dejar de estarlo. Asi que, lo he preparado todo para que sea un momento especial. 

Espero que disfrutes.


A todos los lectores, os recomiendo que, en toda vuestra vida, améis, perdonéis y olvidéis... porque es el único modo de sobrevivir con ciernes.


Dormid y descansad. Y no os olvidéis de pasar calor...



Free counter and web stats