Todos lo cambios, aún los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía; porque aquello que dejamos es una parte de nosotros mismos: debemos morir una vida para entrar en otra.
Como una ría muere y nace. Para ser el cambio de un estado marino a otro llanamente terrestre o terrenal.
Y mientras observas el sol, en esa frontera difusa entre mar y río, gritas viendo penínsulas que ya quedaron atrás, en alta mar.
Y los pescadores regresan y saludan. Y gusta pararse con ellos a recitar cantos de meigas, y al fin, sentirse bienaventurado...
6 comentarios:
Que preciosidad... En esta mañana de domingo tan preciosa...
Me encantas...
Jose, me he quedado sin palabras. El texto cortito, pero me encanta... Me encanta!!!
Oye, que mi padre se ha enganchado a tu blog. A ver como lo haces porque dice que quiere conocerte. :)
Un beso grandote guapo. Te tengo que contar cosas. ;)
Oye, escribes genial. Entre para la historia de Samanta que vi el enlace por ahí por facebook.
Y ya pues entro a menudo. Me gusta mucho este blog.
Ale, ya hoy tienes una fan nueva. Aunque tendras tantos.,, Un abrazo.
Hola.
Precioso el texto. Es cierto que escribes genial. Bueno yo soy Sandra, escribí un comentario en el texto de la genocida de Samantha. Y la verdad es que me revolvió las trípas el texto (bueno mas bien la Samanta esta). Porque el texto me gusto mucho. Asi que pues nada que ahora quiero seguir leyendo mas. He visto que hay mogollón mas. Asi que me los leeré.
Bueno que te mando un abrazo muy fuerte y que gracias por escribir asi no se, me gusta mucho la verdad.
Hay que morir una vida para entrar en otra... que gran frase José.
Yo confío en que algún día escribirás un libro. Porque tú si que puedes hacerlo. No me queda duda alguna.
Entrar aqui y leerte es fantástico.
Un fuerte abrazo.
Pero... que canción más bonita...
Y el cambio del blog?
Que cambiazo todo!
Pues que sepas que la canción es una de mis favoritas... :)
Un besazo grandote. ;)
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