
Aquí vivo yo ahora. Me despierto y me subo al tejado, para ver más altivo las zonas del pensamiento y del paisaje. Mientras, mastico una fruta muy ácida y muy dulce.
De fondo suenan músicas como venidas de la estrella que ves al fondo, melodías gruesas y muy armónicas.
Desde aquí pienso que para ser feliz, sólo hay que saber mirar.
Silencio absoluto, sólo así sabré cuán amplias son tus escenas...
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