lunes, 18 de mayo de 2009

¿Gran qué? Yes sure

¡¡¡¡Oh my god!!!! Ya sé, ya sé. Suena un poco a english version de lo onomatopéyico.... pero es que uno después de ver éste film pierde la noción de las cosas y le termina ocurriendo lo que menos esperaba...¡pero ni por asomo! No voy a descifrar los encantos con los que nos deleita el bueno de Clint (Eastwood) en esta más que fascinante historia, no quiero estropearle la función así sin más.

Y si si, estoy totalmente de acuerdo, es una americanada con tintes racistas al principio, pero éste concepto estético cinético es importante para encauzar la situación y no parpadear ni un solo instante durante la proyección. Tampoco es que sea sólo racista, (lo es pero de un modo suave y raquítico) se comporta como un animal, gruñe a todo aquello que no le cabe en el entendimiento, se revuelve en su propia fe, insulta sin saber a cuento de qué, .es descaradamente divertido y encrespado, nulo de afecto a primera vista, porque después se convierte en un padre muy automático, atolondrado y muy en si sitio.

Es un grueso americano muy curtido, amante del orden quizá en exceso, pero eso le hace aún más americano, más cuadriculado y cuadrado, nada permisivo. Grotesco, homogéneo, rocoso pero con un trasfondo calórico que sólo deja ver con su expresión corporal frágil y en ocasiones delicada.
Quien haya disfrutado de algunos de aquellos western films del bueno de Clint, no echará de menos ningún gesto, ni esa personalidad desvinculante, intuitiva y animal. como cuando "revólver en mano a las puertas de uno de aquellos "saloon bar" del siempre lejano oeste. Sigue haciendo lo mismo, solo que ahora parece haber sido puesto ahí, en ese contexto urbano (muy americanizado) y él, como buen vaquero, ha persistido en sus formas y en sus costumbres. El contexto (aunque muy americano) es exquisito. A penas 2 espacios (simultáneamente) sirven de escena potencialmente inequívoca. Uno siente en todo momento que ha vivido ahí, o que podría llegar a vivir pasado mañana. Porque uno se ve barriendo la escalinata de acceso a la puerta principal (muy americana) y también se ve sentado viendo pasar el tiempo como el bueno de Clint. Uno se ríe sin querer, porque sabe que la moral no duele cuando el bueno de Clint insulta a regaña dientes, nunca con descaro o con afán de levantar ampollas. Así que no queda más remedio que reír. Quien apague la pantalla para no ver más estará renunciando a lo bello por excelencia. Y es que el bueno de Clint sabe bien lo que se trae entre manos.

El film es una reafirmación del yo en su estado más puro, una reconstruccion de principios, reordenar de nuevo los conceptos y esos mismos principios. Hay detalles evidentes y detalles menos evidentes. Si uno se entrega a la pantalla podrá ver (sin ni siquiera darse cuenta) todas las cosas importantes de la vida. Los valores, la estética de lo retrógrado, el amor a distancia (ese del tú ahí y yo aquí, sin besos ni abrazos pero no me podrás negar que te quiero con abundancia porque moriría por servirte la justicia que te mereces en el resto de tus días).
Ese insulto del bueno de Clint es ambivalente, superficial, a caso es lo mismo que dos vecinos se dirían para rabiarse. Si uno lo conoce acabará dándose cuenta de que forma parte de su personalidad. Al final de la película, estoy seguro de que a pesar de todo lo ocurrido, hubiera seguido llamando rollito de primavera a todo aquel un tanto oriental. Eso le hace fabuloso...

Todo gira en torno a una sola cosa, Gran cosa... pero al fin y al cabo es lo último en lo que pensaría cualquier ciudadano como el bueno de Clint.
Justo en ésta escena de la fotografía a mi me ha sucedido un vértigo, no sabía dónde tenía el estómago y si alguien me hubiera tomado el pulso en ese preciso instante hubiera roto esquemas médicos. Al final tanto para unas cuantas lágrimas de emoción. Hacía tiempo que no lloraba con un film. Esta vez ha sido inoportuno porlo inesperado de la situación y del contexto... aunque uno se lo imagina, porque todo sucede de una manera muy americana y muy preconcebida... pero es eso mismo lo que impulsa la emoción, que uno a pesar de que sabe lo que va a suceder... llora así sin más.

En la vida hay amores que nunca, deben olvidarse. Feliz día y disfruten del espectáculo del sol.

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